5 de febrero de 2013

el cine, exigencia científica


EL CINE NACIÓ “CIENTÍFICO”

El extraordinario desarrollo del cine, como industria del espectáculo y medio de expresión artística, nos ha hecho olvidar que el cine nació por exigencias de la investigación científica. De hecho el cine tiene dos raíces: el estudio sobre la persistencia de la imagen en la retina y el desarrollo tecnológico debido a la investigación experimental sobre la fisiología del movimiento.

Fue en 1875
El cine científico surgió mucho antes que el cine de espectáculo. La famosa proyección pública del cinematógrafo de Lumiére, el 28 de diciembre de 1895, en París, es considerada como el nacimiento del cine. Pero, ya en 1875, el astrónomo francés Jules Janssen había registrado el paso de Venus delante del Sol con un "revólver fotográfico". Este aparato funcionaba con base en el principio de rotación de una placa fotográfica de daguerrotipo circular que registraba imágenes consecutivas, cada una con una exposición aproximada de un segundo. La técnica que Janssen usó es similar, en diversos aspectos, a la que hoy llamamos "cuadro por cuadro". Si bien se trataba de una serie de fotografías sucesivas, el principio de funcionamiento del aparato, con su movimiento automático y el desplazamiento de cada placa fotográfica, constituía la base misma del cinematógrafo actual y respondía a la necesidad del análisis y documentación del fenómeno que guiaba la búsqueda. Así, antes de que el cine fuera espectáculo, la investigación tecnológica en la cinematografía estuvo casi exclusivamente en manos de los científicos y dentro de sus laboratorios. Muchas de las técnicas especiales del cine científico (fotografía a intervalos; alta velocidad) surgieron y se desarrollaron desde los primeros años del cinematógrafo.

Sobre la utilización concreta del cine
Cinematografía y videofilmación pueden usarse como instrumentos de investigación científica de todos los fenómenos vinculados con el movimiento; para analizar un comportamiento determinado, una transformación de la materia o cambios que se verifiquen en el tiempo o en el espacio. Y, en cada caso, y como un desafío adicional, se debe decidir sobre calidad y cantidad de película, tipos de cámara y de fuentes de luz, velocidad de cada toma, etc. Además, recientemente se han incorporado nuevas técnicas (sistemas de grabación, elaboración y transmisión electrónicas; fibras ópticas, holografía, etc.) a los métodos tradicionales de filmación para ofrecer una gama cada vez más amplia de posibilidades a fin de observar, identificar, analizar y comprender fenómenos.

¿Cómo auxilia el cine a la investigación científica?
La filmación de eventos o fenómenos dinámicos ofrece muchas posibilidades: reducir su duración, acortando los tiempos de filmación de fenómenos demasiado lentos para observarlos en tiempo real; alargar su duración, filmando a gran velocidad se puede ver más lentamente en pantalla el desarrollo de un fenómeno sin que importe la rapidez con que se produzca; observar o estudiar los eventos que se verifiquen en lugares inaccesibles (exploración bajo el agua, en el espacio exterior), o en sitios muy oscuros, o en el interior del cuerpo humano (endoscopía), o en ambientes de temperaturas extremas; aumentar la magnitud de fenómenos cuyas dimensiones sean muy pequeñas, mediante la microcinematografía, o, a través de la macrocinematografía, amplificar ciertos detalles del universo utilizando emulsiones de alta definición; observar fenómenos que ocurren a gran distancia de nuestro planeta, mediante teleobjetivos y telescopios; observar fenómenos –que de otro modo serían invisibles para el ojo humano– por medio de ondas de longitud especial: rayos X, infrarrojos, ultravioletas o gamma, o técnicas interferométricas y holográfica; visualizar las diferencias de densidad y de temperatura, mediante la estroboscopía, la sonografía, la termografía; observar, infinidad de veces, la reproducción de un fenómeno, conservar su registro si se trata de algo fugaz, irrepetible, o que sea muy difícil y costoso repetir.
Estas posibilidades pueden ser asociadas, por ejemplo, usando un procedimiento especial de visualización, en tanto que simultáneamente se modifica el factor tiempo. Así, el film nos permite superar cualquier limitación espacial o temporal en los campos del conocimiento. Desde 1914 el filme se usó en la investigación balística, en los ámbitos militar y aeronáutico, y aun en la investigación nuclear y espacial. Este hecho ha propiciado grandes progresos en el campo de la cinematografía ultraveloz y de otras técnicas especiales. Asimismo, en el terreno de la física y de la química, el film ha permitido observar la propiedad de dislocación de los metales, la interacción de los electrones en los cristales inorgánicos, las fases de transformación de los sólidos y las transformaciones polimorfas de los sólidos cristalinos. La Biología, ciencia de observación por excelencia, recurre a menudo al film para investigar. Las aplicaciones de la cinematografía en el campo de la medicina se deben, sobre todo, a los rayos X e infrarrojos, así como a la ermografía. En el campo de la Física, sería interminable la lista de logros tecnológicos debidos al cine: desde el análisis de materiales en tensión y bajo esfuerzo hasta la revelación de la "fatiga" de los materiales, etc. Según sea el uso que se le dé, el film constituye un medio para descubrir nuevos conocimientos, para confirmar una hipótesis o demostrar una teoría. Es difícil, por ello, definir exactamente las características y los límites del cine de investigación.


Fuente: CERIDE
Referencia: "El Lenguaje de las Imágenes en Movimiento" (V. Tosi)

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