DIEZ RAZONES PARA NO CREER EN
LA HOMEOPATÍA
La
homeopatía es una medicina alternativa ampliamente discutida y considerada por
la comunidad científica como una pseudociencia. Formulada por el médico Samuel
Hahnemann a principios del siglo XIX, se basa en el uso de remedios carentes de
principios activos, centrándose en la creencia de que lo similar cura lo
similar, siempre que se administre en un formato muy diluido.
Estas
son sólo 10 razones la improbabilidad de su funcionamiento:
1.- En
los preparados homeopáticos casi no existe principio activo. En la mayoría de los casos, las diluciones
empleadas son cercanas a una dilución al infinito. Eso implica que en la
disolución casi no queda ni siquiera traza del compuesto empleado. ¿Cómo se puede
producir curación si casi no hay medicina?
2.- Un simple cálculo, empleando las masas moleculares
y el número de Avogadro, muestran que la mayoría de los preparados homeopáticos
son simplemente agua. La supuesta “memoria del agua” no está apoyada por ninguna
evidencia lógica, experimental ni teórica. La “teoría” de que aunque no
haya principio activo el agua “recuerda” de alguna manera haber estado en
contacto con él (memoria del agua) no ha sido jamás comprobada
experimentalmente. El único estudio publicado (el famoso caso del doctor
Benveniste) resultó ser un fraude. De hecho, si los efectos curativos del agua
se potencian cuanto más diluido esté el principio activo, ¿por qué podemos
elegir el principio activo que nosotros queremos que recuerde? Las mismas
moléculas de agua durante unos millones de años atrás han estado en contacto
con cientos de sustancias, y si tenemos en cuenta las que sólo han entrado en
contacto como trazas, pueden ser cientos de millones.
3.- El principio de similitud carece de base
teórica y experimental. El principio de “lo similar cura lo similar”
no tiene base alguna, ni se explica de ninguna manera como lo hace. ¿Un
esquince se cura golpeando la zona afectada? ¿La diabetes se cura ingiriendo
azúcar? No hay ningún estudio que avale este principio de la homeopatía, ni
justificación teórica alguna del mismo.
4.- No existe comparación contrastada sobre la
efectividad de un tratamiento homeopático. No hay ningún estudio
estadístico publicado que muestre el efecto de un medicamento homeopático
comparado con uno de la llamada medicina tradicional.
5.- No hay relación causa-efecto entre las
supuestas mejorías producidas por un tratamiento homeopático. Hay
personas que mejoran, pero no hay estudios que muestren estadísticas acerca de
qué mejorías se deben a remisiones espontáneas (ocurren con frecuencia) o a
efecto placebo.
6.- No hay nada que permita diferenciar los
efectos de un tratamiento homeopático del efecto placebo. Los únicos
estudios estadísticos publicados sobre tratamientos homeopáticos no muestran
resultados que difieran significativamente del efecto placebo.
7.-
La validez y aplicación de la homeopatía es muy limitada por sus propios
seguidores. Una técnica que sólo cura
enfermedades leves pero se muestra incapaz ante las enfermedades importantes ya
de por sí es altamente sospechosa.
8.- La
homeopatía contradice los conocimientos biológicos actuales. La homeopatía afirma que es imposible conocer los
procesos internos de una enfermedad, por tanto, rechaza conocer el origen de
las enfermedades, ergo rechaza la existencia de patógenos (virus y bacterias).
Por lo tanto, contradice todos nuestros conocimientos sobre enfermedades.
9.- Se
trata de una medicina “fácil”, para la que no hace falta mucho conocimiento. Cualquier persona sin ningún tipo de conocimiento
médico puede ser homeópata ya que el diagnóstico se basa simplemente en una
serie de preguntas y en utilizar una lista de posibles tratamientos que llaman
“repertorio”. ¿Qué lo que tienes es rojo y duele? pues te toca belladona, da
igual que sea una faringitis aguda o un bebe al que le están saliendo los
dientes.
10.- Es
incongruente con sus principios “teóricos”.
Actualmente, la homeopatía mezcla conceptos totalmente diferentes, como la ley
de infinitesimales y el principio de similitud (planteamiento original) que se
conjugan con energías vitales, herboristería e incluso compuestos
farmacológicos “tradicionales”. Muchos de estos métodos son incompatibles con
la teoría original homeopática.
Fuente:
lacienciaysusdemonios.com
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