SÓLO UNA TEORÍA
Suponga que usted
es un miembro honorable del CTI de la Fiscalía General de la Nación. Recibe una
llamada: en un sitio boscoso de nuestra geografía, un grupo de personas ha
encontrado una mano humana que alcanza a sobresalir del suelo. Llega al sitio
con su equipo de trabajo y tras validar el hallazgo macabro, realiza una
excavación y empiezan a aparecer miembros amputados de seres humanos: brazos,
piernas, torsos, cabezas. Es un hecho: hubo una masacre.
Al examinar
los restos, encuentra astillamiento en los huesos, característico de heridas
por motosierra; encuentra el torso de una mujer partido en dos desde la vagina;
el corte es liso, concordante con un arma blanca de gran tamaño, como un
machete; el útero presenta tejido placentario y una porción de cordón umbilical
unido él; junto al torso, se halla un feto en avanzado estado de gestación y
descomposición. Luego de evaluar con técnicas forenses todas y cada una de las
pistas de la escena del crimen, la conclusión es inequívoca. Tanto el modus
operandi, como el nivel de crueldad exhibido concuerdan con una masacre de
cierto grupo armado ilegal. Esta conclusión es una teoría en sentido
científico: una explicación coherente que cubre todos los hallazgos.
Ante este alud
de hechos, quien postulara que en realidad no hubo masacre porque esa
explicación es "sólo una teoría", con toda razón sería tenido por un
idiota. Igual calificativo recibiría quien dijera que el análisis de la
fiscalía "no es científico", porque el CTI “no puede repetir la
masacre de esas personas en un laboratorio”, o que la masacre no ocurrió
“porque no hay nadie vivo que la haya presenciado y nos cuente cómo ocurrió”.
La medicina
forense, como toda técnica detectivesca, es una ciencia de carácter histórico
porque busca explicar escenarios pasados por medio de métodos científicos
actuales. Estas ciencias, al igual que la historia, o a mayor escala, la
geología, y la cosmología no son "replicables" en el laboratorio:
nadie puede repetir experimentalmente la revolución francesa, o la formación de
los Himalayas, o el nacimiento de nuestro sistema solar, a pesar de que nadie
niega que son hechos irrefutables. Las evidencias asociadas a estos procesos
permiten explicar, deducir y aclarar los hechos del pasado.
Hace casi 100
años, un brillante científico alemán, Alfred Wegener, prestó atención a ciertos
fenómenos geológicos bien conocidos. Uno que cualquier niño de primaria nota
cuando mira un mapamundi, es que las costas de Suramérica y África parecen
encajar. Si no se examina sólo la línea costera sino el talud continental, la
concordancia es prácticamente perfecta: cuadran como piezas de un rompecabezas.
Weggener
también notó que la fauna y flora fósil del mesozoico en Suramérica y en África
eran idénticas en zonas contiguas "del rompecabezas" que se
prolongaban por cientos de kilómetros, mientras que las faunas más tardías,
incluso la actual, eran radicalmente diferentes.
¿Por qué dos
continentes separados habrían de encajar tan perfectamente? ¿Por qué las faunas
y floras de dos continentes distintos habrían de ser idénticas en el pasado,
mientras que hoy día son totalmente distintas?
Wegener
postuló que Suramérica y África se habían movido: antes eran un supercontinente
(Pangea) que se habría fragmentado y separado con el paso del tiempo.
Inicialmente tenían la misma fauna porque estaban unidos. Al separarse, la vida
en cada uno de ellos se habría diversificado. Su teoría científica de la deriva
continental fue corregida posteriormente al descubrirse y cartografiarse las
dorsales mesooceánicas y las fosas oceánicas: las primeras son zonas volcánicas
donde surge magma y se crea corteza terrestre, empujando los continentes en
direcciones opuestas; las segundas son zonas donde se encuentran placas y una
se hunde bajo la otra (líneas de subducción), lo que crea cadenas de
cordilleras. Todo el nuevo caudal de conocimiento ha establecido fuera de toda
duda que los continentes se desplazan por los movimientos convectivos del manto
terrestre. Esto es una teoría científica conocida como "Tectónica de
Placas".1
La Teoría de
la Tectónica de Placas ha explicado por qué los continentes encajan entre sí;
por qué las faunas fósiles coinciden en continentes que parecen encajar; por
qué los terremotos se suelen dar en zonas cercanas a las dorsales y las líneas
de subducción; por qué efectivamente se puede medir el desplazamiento anual de
los continentes en velocidades de centímetros por año que concuerdan con
períodos de desplazamiento continental de centenares de millones de años... y
un largo etcétera.
La Teoría de
la Tectónica de Placas, como toda teoría científica, es un
"metarrelato" que explica de forma pasmosa y exacta una cantidad
ingente de observaciones de diversa naturaleza: biológica, paleontológica,
geológica, geográfica, geofísica, etc. Sólo una persona sin idea de lo que es
la ciencia podría emitir un juicio tan absurdo como "los continentes no se
mueven porque la Tectónica de Placas es sólo una teoría". Igual de
ignorante sería quien afirmara que los continentes no se mueven porque
"nadie estuvo ahí para verlos" o porque no se puede hacer mover un
continente en un laboratorio. El desconocimiento del incrédulo sería
anonadante.
Varios siglos
antes, Isaac Newton realizó la primera gran integración de la ciencia: con su
teoría de la Gravitación Universal pudo unificar lo que hasta ese entonces se
concebía como conceptos opuestos: el reino celestial y el mundo sublunar. Él
demostró que el movimiento que experimenta un proyectil en cercanías de la
tierra es de la misma naturaleza del de los astros en sus órbitas celestiales.
Newton mostró
que la fuerza que determina el movimiento de proyectiles y planetas no es más
que la atracción gravitatoria. Sólo una persona totalmente ignorante de lo que es
la ciencia diría que "los objetos no caen, porque la Gravitación Universal
es sólo una teoría".
Una generación
antes de Wegener, Charles Darwin unificó cantidad de observaciones fósiles y
similitudes anatómicas entre los seres vivos al explicar cómo surgieron las
especies vivientes por medio de un proceso de mutaciones aleatorias dentro de
poblaciones de seres vivos, y una implacable selección NO ALEATORIA impartida
por la naturaleza. Posteriormente, los avances en genética, ecología, genética
de poblaciones, biología celular, biología molecular, paleontología, y
geofísica, terminaron avalando y complementando su teoría de la Evolución de
las Especies.
La Teoría de
Darwin es un metarrelato que explica cómo evolucionan las poblaciones de seres
vivos para generar otras especies tras el aislamiento geográfico y reproductivo
(como el que se da cuando dos poblaciones quedan aisladas en dos continentes
que se separan durante millones de años). Sólo un total lego en ciencia moderna
podría emitir el despropósito de que "Las especies no evolucionan porque
la Teoría de la Evolución es sólo una teoría". Sería igual de absurdo que
negar los hechos demostrados del movimiento de los continentes y de la
atracción de los cuerpos supuestamente porque "la tectónica de placas y la
gravitación universal son sólo teorías".
Esta persona
ignoraría que en ciencia, la palabra "Teoría" significa mucho más que
el concepto coloquial que le damos de "conjetura": una teoría
científica es un cuerpo conceptual bien establecido que unifica observaciones
comprobadas de diversos campos de conocimiento.
En este
sentido, una teoría científica es lo más certero a lo que puede aspirar el
conocimiento humano con respecto a la explicación de un fenómeno. Una teoría
científica explica hechos comprobados: la teoría de la tectónica de placas explica
el HECHO del movimiento de los continentes; la teoría de la gravitación
universal (y hoy la relatividad general) explica el HECHO de la atracción
gravitacional de los cuerpos masivos; la teoría de la evolución de las especies
explica el HECHO de la evolución de los seres vivos desde formas previas.
Hoy día las
únicas voces que se oponen a la evolución vienen invariablemente de creyentes
que no quieren ver amenazada su fe por la ciencia. Ignoran que decenas de
asociaciones científicas con centenares de miles de miembros respaldan la
evolución2 mientras
que sólo un puñado de fanáticos religiosos seudocientíficos la descartan por
motivos confesionales.
No hay
"controversia evolutiva" actualmente en la ciencia. La evolución de
las especies es un hecho tan documentado como el movimiento de los continentes,
o la caída de los cuerpos. Las falacias argumentativas de los creacionistas han
sido refutadas de forma tan clara y contundente, que sólo puede ser
creacionista quien desea creer por fe. Afortunadamente, la ciencia no se basa
en la fe sino en los hechos.
1 Para aprender sobre la tectónica de placas, consultar:
http://es.wikipedia.org/wiki/Tect%C3%B3nica_de_placas
2 Para ver una lista de asociaciones científicas y religiosas que aceptan el hecho de la evolución, y sus posturas explícitas, consultar:
http://www.ncseweb.org/resources/articles/7403_statements_from_scientific_an_12_19_2002.asp
http://www.ncseweb.org/resources/articles/3677_statements_from_religious_org_12_19_2002.asp
http://es.wikipedia.org/wiki/Tect%C3%B3nica_de_placas
2 Para ver una lista de asociaciones científicas y religiosas que aceptan el hecho de la evolución, y sus posturas explícitas, consultar:
http://www.ncseweb.org/resources/articles/7403_statements_from_scientific_an_12_19_2002.asp
http://www.ncseweb.org/resources/articles/3677_statements_from_religious_org_12_19_2002.asp
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