¿QUÉ SON LOS METEOROS?
Meteoro, en su uso astronómico, es un concepto que se reserva para
distinguir el fenómeno luminoso que se produce cuando un meteoroide atraviesa
nuestra atmósfera. Es sinónimo de estrella fugaz, término impropio, ya que no
se trata de estrellas que se desprendan de la bóveda celeste.
La aparición de meteoros es un hecho muy frecuente y generalmente se ven
a simple vista, con excepción de los llamados meteoros telescópicos que
necesitan de al menos unos binoculares para su observación.
En una noche oscura y despejada se pueden detectar sin ayuda de
instrumentos hasta 10 meteoros por hora, pero a intervalos irregulares (pueden
pasar diez o veinte minutos sin que observe ninguno); sin embargo, en las
épocas denominadas de lluvia de estrellas se llegan a observar de 10 a 60 por
hora (uno cada minuto). La contaminación lumínica hace que en las ciudades sea
muy difícil disfrutar de este tipo de observaciones. También la presencia de la
Luna, sobre todo en su fase llena, impide la observación de los meteoros.
Más raro es un fenómeno más
deslumbrante: el de un bólido (meteoros de magnitud no inferior a -4, la
magnitud de Venus). Atraviesan rápidamente el cielo, dejan tras sí una estela
luminosa y a veces estallan con un ruido análogo al de un disparo de
artillería.
En ciertas fechas el número de meteoros que se pueden observar es mucho
mayor. Estos períodos son denominados lluvias de meteoros. Además, durante las
lluvias de meteoros, que normalmente duran unos pocos días, la mayoría de los
meteoros parecen provenir de un punto determinado del cielo, denominado
radiante.
Las lluvias de meteoros normalmente son denominadas con el nombre de la
constelación donde se encuentra el punto radiante y además se repiten
anualmente durante un período de tiempo muy bien definido. Por ejemplo, la
lluvia de meteoros de las Leónidas, es una de las más conocidas popularmente,
empieza cada año alrededor del 14 de noviembre y se prolonga hasta el 25 de ese
mismo mes, con un pico de intensidad bastante bien definido en torno a los días
17, 18 o 19 de noviembre. Como indica su nombre, el punto radiante se halla
localizado en la constelación de Leo.
La naturaleza de las lluvias de meteoros sugiere que están asociadas con
el encuentro de la Tierra con regiones de su órbita con un número anormalmente
alto de meteoroides.
Mientras los cometas se mueven por sus órbitas, dejan tras de sí un
chorro de polvo y material rocoso liberado de los hielos que se vaporizan por
el calor solar. Si la Tierra cruza la órbita de un cometa, estos restos
ocasionan un aumento en el número de meteoros que la alcanzan; son las típicas
lluvias de meteoros.
Durante las lluvias de meteoros, éstos parecen radiar de un determinado
punto en el cielo, pero se trata de una ilusión óptica. Los meteoros que
producen las lluvias se mueven esencialmente en trayectorias paralelas, pero a
causa de la perspectiva (las líneas paralelas parecen encontrarse en el
infinito), estas trayectorias paralelas parecen provenir de un punto cuando son
observadas desde un determinado lugar de la superficie de la Tierra.
Lluvias de meteoros más importantes:
Cuadrántidas (enero)
Líridas (abril)
Perseidas (agosto)
Dracónidas (octubre)
Oriónidas (octubre)
Leónidas (noviembre)
Gemínidas (diciembre)
Fuente: astrofisicayfisica.com
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