EL VERDADERO ADÁN VIVIÓ HACE 338 MIL AÑOS
Un afroamericano
de Carolina del Sur llevaba sin saberlo el cromosoma Y más antiguo del mundo.
Su origen se remonta al primer ancestro masculino de todos los humanos de hoy,
que vivió en África unos 150.000 años antes de lo que se pensaba y pudo ser el
hijo de un cruce con homínidos arcaicos.
Hace
algún tiempo, Albert Perry, un afroamericano de Carolina del Sur, se convirtió
en una de las miles de personas que se hacen una prueba de ADN para dilucidar
sus raíces familiares. Una compañía de EE. UU. se encargó de secuenciar su
cromosoma Y para recuperar su linaje paterno e indicar dónde
vivieron sus primeros ancestros. La familia de Perry había sido la
que envió las muestras a la empresa, tal vez para darle una sorpresa. Los resultados
del análisis no han podido ser más impactantes, no sólo para la familia de
Perry, sino para todo el género humano. Muestran que el cromosoma Y de Perry es
el más antiguo que se ha visto hasta el momento y que viene del hombre del que
descienden todos los humanos actuales. Unos lo llaman el padre de todos los
hombres, otros el Adán genético y su antigüedad es apabullante, pues
parece que vivió antes de la aparición de nuestra especie, los Homo sapiens.
El
análisis se ha centrado en el cromosoma Y porque este pasa de padres a hijos y
permite remontar cientos de generaciones por el linaje paterno. Según los
cálculos del equipo de científicos que ha analizado en detalle el ADN de Perry, este afroamericano desciende
de un hombre que vivió en África hace 338 mil años, según explican en un
estudio publicado en American
Journal of Human Genetics. Esto obliga a repensar cómo y
cuándo se originó nuestra especie.
Hasta
ahora, los restos más antiguos de sapiens que se han hallado tienen unos 195 mil años. Estudios
anteriores del cromosoma Y de poblaciones actuales de todo el mundo indicaban
que el llamado Adán genético, el ancestro masculino común de todos los humanos
actuales, vivió en un periodo comprendido de hace 60.000 y 140.000 años. Otros trabajos basados en el
genoma mitocondrial, parte del ADN que legan sólo las madres, indicaba que la
llamada Eva mitocondrial de la que son parientes todos los humanos modernos
vivió hace unos 200.000 años.
La
nueva fecha en base al cromosoma Y de Perry, obtenida por el equipo del
genetista de la Universidad de Arizona, Mike Hammer, pone patas arriba este escenario, ya
que sitúa el origen paterno de los humanos modernos en un tiempo en el que en
teoría no había humanos modernos. ¿Cómo puede explicarse esta contradicción?
Los autores del estudio apuntan una posibilidad: los humanos modernos se
cruzaron con homínidos arcaicos, tuvieron hijos y de ellos surgió el origen de
la gran familia humana. En otras palabras, el Homo sapiens actual sería el fruto de un mestizaje
entre especies sucedido en África hace miles de años y del que apenas se
conocen detalles.
Un sapiens
híbrido
Esta posibilidad hubiera sonado como un disparate hace no mucho tiempo,
pero hoy es totalmente plausible. Estudios anteriores han demostrado que en
Europa hubo cruces entre tres especies de homínidos bien conocidas: sapiens,
neandertales y denisovanos, un nuevo linaje humano descubierto en 2010. Como
testimonio de aquel sexo prehistórico muchos humanos modernos de hoy llevan ADN
neandertal y denisovano. Ahora, el estudio de Hammer apuntaría a un cruce adicional
con un homínido africano que habría contribuido parte de su ADN a conformar lo
que hoy es el Homo sapiens.
“El estudio ha pasado un poco desapercibido, pero es muy interesante”,
opina Carles Lalueza-Fox,
genetista español y uno de los autores del primer borrador del genoma
neandertal, publicado en 2010. Para Lalueza-Fox hay dos formas de explicar los
sorprendentes resultados obtenidos por Hammer. “O bien la filogenia del
cromosoma Y, y por tanto el origen de nuestra especie, es más antiguo de lo que
pensábamos, más antiguo que los fósiles más antiguos como los de homo,
o bien esto viene de alguna hibridación con algún homínido más arcaico en
África, del cual desconocemos todo”.
Estas dos posibilidades no son excluyentes, es decir, el origen de los
humanos actuales podría ser más antiguo de lo que se pensaba y además haberse
cruzado con homínidos más primitivos. Lo que queda claro es que “todos
descendemos de él”, dice Lalueza-Fox, en referencia a aquel hombre de hace
338.000 años.
Buscando a
Adán en África
De todos los fósiles encontrados hasta ahora que
podrían apoyar sus resultados, Hammer destaca en su estudio un extraño cráneo
revisado en 2011. Perteneció al homínido de Iwo Eleru, que vivió hace sólo
13.000 años en lo que hoy es Nigeria. Tenía una mezcla de rasgos primitivos y
modernos nunca vistos y un equipo dirigido por el paleoantropólogo británico Chris
Stringer cree que este homínido era un superviviente híbrido de
un cruce entre homínidos primitivos y humanos modernos.
Hammer ha intentado encontrar el origen geográfico del cromosoma Y de
Perry, recientemente fallecido, y lo ha conseguido en parte. Tras buscar en una
base de datos de ADN con muestras de casi 6 mil personas de 10 países
africanos, ha encontrado cromosomas casi idénticos al de Perry en siete
personas de la etnia Mbo, que viven al oeste de Camerún. Ellos también llevan
la marca paterna de aquel humano que vivió hace 338.000 años. Sus hogares están
“a 800 kilómetros de Iwo Eleru”, donde se halló el supuesto híbrido, destaca el
estudio.
Ahora, Hammer afronta un abismo. En un estudio anterior basado en ADN de
poblaciones actuales de África había apuntando que, hace unos
30.000 años, humanos modernos y homínidos arcaicos se cruzaron. Su
nuevo hallazgo apoya esta hipótesis, pero para convencer del todo debería
encontrar fósiles de humanos arcaicos, extraer su ADN y demostrar que se
cruzaron con los sapiens. Es algo parecido a lo que hizo el equipo de
Lalueza-Fox con el genoma neandertal, pero que tal vez nunca se pueda repetir
en África, opina el genetista español, dada la gran ausencia de restos que hay
justo en las épocas más interesantes, hace unos 300.000 y 400.000 años, y la
mala conservación del ADN antiguo en lugares cálidos. Hasta entonces Hammer
propone otra opción: seguir secuenciando el genoma de africanos actuales para
encontrar más ejemplos como el de Perry y los Mbo que aclaren los orígenes de
nuestra especie.
Los pigmeos no son los “padres”
de la humanidad
El trabajo de Hammer cuestiona otro dogma sobre los orígenes de los
humanos actuales. Muchos estudios genéticos señalaban que las poblaciones
actuales más ancestrales, las que estaban más cerca genéticamente de los
primeros humanos, eran los cazadores recolectores de África como los pigmeos o
los khoisan. Pero Hammer apunta ahora a que los Mbo, miembros de la etnia bantú
cuyos orígenes se pensaban mucho más recientes, son las poblaciones más
ancestrales del género humano.
Fuente: materia.es
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