LO QUE RECUERDES PUEDE SER
ERRÓNEO
Por John Hewitt
Los pueblos indígenas en regiones donde las cámaras de fotografías no
son comunes, a veces reaccionan con precaución cuando se les toma una foto. El
temor de que algo de ellos les ha sido robado para crear la foto es a menudo
inevitable. En menor escala, sabemos que en realidad es imposible medir algo
sin cambiar su carácter esencial de alguna manera. Una idea que ha cobrado
impulso recientemente, es que aunque nuestro cerebro tiene mecanismos para
desempaquetar la experiencia pasada en una forma que pueda ser manipulada
conscientemente con todo el poder de la mente, los mecanismos para embalar los
recuerdos en la forma original carecen de una finura similar. En este sentido,
una vez tocado, un recuerdo ya no es exactamente el mismo. Un artículo
publicado en PNAS echa un vistazo más de cerca a cómo se reconsolidan los
recuerdos después de su recuperación. Al mostrar lo fácil que es cambiar
ciertos tipos de recuerdos, los autores no sólo plantean nuevas preocupaciones
para los testimonios de testigos en las salas de tribunales, sino que pueden
explicar en parte por qué ese testimonio a menudo tiende a ser dudoso ante un
interrogatorio continuo. La implicación es que este nuevo conocimiento puede
ser útil en los tratamientos de estrés post traumático en veteranos de guerra y
víctimas.
Los 146 participantes en el estudio vieron el episodio piloto de la
serie de televisión 24, sobre un ataque terrorista ficticio. Luego, los
investigadores les dieron varias pruebas de recuperación que reactivaron su
conocimiento almacenado recientemente. El experimento a continuación,
presentaba un resumen de audio del episodio que incluía algunas descripciones
erróneas de los eventos reales. Después de este paso de “re-aprendizaje”, se creó
otra prueba de memoria en un momento posterior. Lo que el informe de los
investigadores dice, es que cuando el paso anterior a la recuperación de
re-aprendizaje se da, la desinformación afecta a la posterior recuperación de
la memoria original.
Este tipo de memoria “episódica” se conoce como memoria declarativa, a
diferencia de la memoria de procedimiento, como aprender a montar en bicicleta
o atar un zapato. La memoria declarativa es claramente el proceso más frágil y
se puede perder selectivamente en procesos de amnesia. En muchos casos, la
memoria declarativa se ve reforzada por “llamadas “al proceso, al menos cuando
así convenga, lo que es la base de la memorización. En otros casos, como los
refranes o canciones populares, el mismo efecto de refuerzo se convierte en una
molestia. Menos inocuos, son los recuerdos como el de ser testigo de la trágica
pérdida de un ser querido, lo que nos puede obsesionar con imágenes y
pesadillas recurrentes.
La terapia actual para las memorias traumáticas puede implicar drogas
como el propranol, que pueden ser eficaces en la reducción de la respuesta
emocional a un estímulo que induce al miedo. Como estos fármacos tienen
generalmente efectos secundarios, un método que pudiera reprogramar los
recuerdos de modo más selectivo sería deseable. Sin embargo, la organización de
un escenario en el que la memoria declarativa pueda ser reescrita durante un
proceso de reconsolidación parece mucho más fácil que la creación de un proceso
general que reescriba un recuerdo cargado de emociones específicas.
Los enfoques psicológicos tratan el cerebro como una caja negra. Tratar
de modificar el contenido de esa caja negra independientemente del conocimiento
de las estructuras que suministran la conducta en cuestión es un reto difícil.
Uno puede preguntarse si tener un mapa del cerebro en plena actividad
ofrecería algo adicional. Aunque esto es algo que no podemos responder
definitivamente sin ningún conocimiento de lo que tal mapa podría, podemos
adivinar que si ciertos patrones se correlacionan con ciertas experiencias, la
causalidad puede ser asignada provisionalmente. El truco es identificar los
patrones. Los humildes comienzos de este mapa de actividades ya están entre
nosotros en forma de nuevos dispositivos para identificar y cortocircuitar
eventos epilépticos.
La maleabilidad de la memoria no sorprende a nadie consciente del hecho
de que el cerebro no almacena información como la RAM en un ordenador.
La imperfección de la memoria almacenada es el resultado directo de
la capacidad de empujar continuamente nuevos recuerdos a una estructura finita.
La comprensión de la actividad con el apoyo de esa estructura en la medida en
que podemos reprogramar recuerdos, o incluso comportamientos, no es un pequeño
paso, sino que nos acerca más al objetivo.
Artículo
completo en PNAS: Impairing existing declarative memory
in humans by disrupting reconsolidation
Cortocircuitar, es un término que no es correcto. Introducir nuevos conceptos lleva a veces a crear nuevas palabras, las cuales algunas veces no son necesarias porque el Español, es rico en acepciones.
ResponderEliminar