FUIMOS
PÁJAROS Y CANTANDO APRENDIMOS A HABLAR
Junto con el brote de la conciencia, el
nacimiento del lenguaje constituye uno de los objetos de estudio que más
fascina y mantiene perplejos a científicos e investigadores de diferentes ámbitos.
Un nuevo trabajo realizado en conjunto por el Instituto Tecnológico de
Massachusetts y la Universidad de Tokio plantea la posibilidad de que el
lenguaje humano haya surgido en una de sus capas de la imitación del canto de
las aves.
Los investigadores creen que el lenguaje
humano es la combinación evolutiva de las canciones de las aves y de una
expresión utilitaria, orientada a la transmisión de información que puede ser
observada en otros animales (como las abejas, por ejemplo).
Según Shigeru Miyagawa, existen dos capas
de expresión en el lenguaje humano, una expresiva que involucra los cambios
organizacionales en los enunciados, y una capa “léxica” que se relaciona con el
contenido de los enunciados –esto basado en el trabajo de lingüístas como Noam
Chomsky, Kenneth Hale and Samuel Jay Keyser.
Las canciones de las aves asemejan la
capa expresiva –y los mensajes de las abejas o de los primates la capa léxica.
En algún punto, entre 50 mil y 80 mil años atrás, los humanos fusionaron estos
dos tipos de comunicación, creando una forma única de lenguaje, que nos ha dado
desde Shakespeare a la Supercomputadora Watson.
“Este tipo de adaptaciones de estructuras
ya existentes son comunes en la historia natural”, afirma Robert Berwick, co-autor
del trabajo y profesor de lingüística computacional en el Laboratory for
Information and Decision Systems del MIT.
“Cuando algo nuevo se desarrolla,
generalmente lo hace a partir de piezas viejas”, dice Berwick. “Hemos visto
este fenómeno una y otra vez en la evolución: las viejas estructuras pueden
cambiar un poco y pasar a adquirir funciones radicalmente nuevas”.
Según esta hipótesis, la capacidad
expresiva y melódica fue primero aprendida y luego de aquí –de este lenguaje
similar al de los pájaros– se aprendió a recombinar elementos para formar
discursos (la capacidad léxica). La hipótesis también se basa en que existen
similitudes en las primeras etapas en las que el ser humano aprende lenguaje y
las de un ave, incluso en las partes del cerebro que utilizan.
Aunque esta hipótesis parece más sólida
existen algunas teorías alternativas, más desaforadas. Como la de William
Burroughs de que “el lenguaje es un virus del espacio” o la de Terence Mckenna,
quien considera que los monos evolucionaron –y aprendieron a utilizar lenguaje
complejo– después de que consumieran hongos que contenían psilocibina.
Según una teoría del conocimiento, basada
en las neuronas de espejo como en la literatura védica, el que conoce se
convierte en aquello que conoce, este es el verdadero aprendizaje. Con cierta
libertad, podemos decir que si el hombre aprendió a hablar escuchando a los
pájaros es porque fue pájaro.
Fuente: elcastellano.org
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