LOS
GUIONISTAS DE PIOLÍN NO TENÍAN RAZÓN
“Nos
mostraron el problema pero no nos dijeron la verdad”
Piolín (Tweety en
inglés) el extrovertido y simpático canario creado porBob Clampett para la serie de dibujos animados Looney Tunes, de la productora
estadounidense Warner Bros,
hacia nuestras delicias cada vez que gritaba: “me pareció ver un lindo
gatito”, cuando se encontraba con el temible gato Silvestre.
Pues
si, en la serie de dibujos animados se nos muestra al canario Piolin siempre
perseguido por el gato Silvestre, empeñado éste en llevarse tan preciada presa
a su estomago. Pero, a pesar del tamaño y de las innumerables artimañas de su
enemigo, Piolín siempre logra librarse de él.
Y,
sin embargo, mientras la Warner Bros nos mostraba esta cara tan amable y
divertida de una interacción entre gatos y aves, los científicos han ido constatando una realidad
bien diferente, sobre todo en ambientes insulares: los gatos domésticos
son una especie invasora con gran instinto depredador. De hecho, son responsables de la desaparición, e
incluso extinción, de pequeños reptiles, aves y mamíferos en Islas de todo el
mundo.
Esto
es algo en lo que numerosos científicos llevan tiempo trabajando. Los datos son
claros y abrumadores: El comportamiento de estos felinos en islas ha provocado,
directa o indirectamente, la extinción de 16 especies de vertebrados y en la
actualidad supone una amenaza para otras 128 especies incluidas en alguna de
las categorías de riesgo de la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN). Así lo demuestran los datos recogidos en una revisión
reciente liderada por nuestros colegas Manolo Nogales y Felix Medina del Grupo de Ecología y Evolución en
Islas del CSIC.
El problema en las Islas en las que han sido
introducidos es todavía más devastador: a las excelentes
habilidades de estos felinos para cazar, hay que añadir la imposibilidad de
muchos organismos para escapar de estos territorios aislados, sus reducidos
tamaños poblacionales y la escasa capacidad defensiva que presentan muchos
organismos insulares que han evolucionado en ambientes libres de depredadores.
Y a
pesar de tener toda esta información, seguimos viendo a los gatos como la
versión Warner Bros de Silvestre. Esto es algo que me llama poderosamente la
atención: estos estudios se han realizado, en la mayoría de los casos, con
dinero de todos los contribuyentes. Sin embargo, a pesar de que las
conclusiones de estos especialistas son irrefutables y están publicadas en
numerosas y prestigiosas revistas científicas, parece que la sociedad que ha
financiado estos estudios sigue al margen del problema. Nos quedamos con la
visión más afable de los guionistas de la Warner Bros.
El problema es, una vez más, que las
palabras de los científicos difícilmente llegan al resto de la sociedad. La irresponsabilidad
y ausencia de voluntad política parece haber encerrado a la Ciencia todos sus
logros en una torre de marfil. Aunque desde el ámbito científico sí se hacen grandes esfuerzos por mostrar a la
sociedad los resultados del trabajo realizado.
Por
ver un solo caso, los gatos en una de las islas del archipiélago han reducido
dramáticamente la población de lagartos. Y resulta que los lagartos son en este
lugar unos de los principales artífices de que las plantas con frutos carnosos
dispersen sus semillas a lugares óptimos para generar descendencia. La escasez
de lagartos en esta isla está afectando drásticamente al proceso de dispersión
de semillas y sus efectos se empiezan a percibir en el paisaje.
Por el
tamaño de este artículo, no hemos podido mostrar cómo afectan los gatos a
muchas aves, pero, créannos, que el daño sobre las aves es incluso más
dramático y con consecuencias también funestas para el equilibrio de nuestros
ecosistemas.
Después
de estos argumentos ¿empezarán las
productoras a confiar sus guiones a los científicos?
Fuente:
Divulgare
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