DE ASTRONOMÍA Y
ASTRÓNOMOS
La Astronomía es
una de las ciencias que más interesa a la mayoría de los individuos. ¿A qué se
debe esta preferencia? A continuación, algunas posibles respuestas
De lo que
"esconden" las ciencias
Los misterios que ocultan todas las ciencias –excluida
la Astronomía– son profundos, no se dejan ver a simple vista. La Física –por
ejemplo– nos habla de la estructura del átomo, pero un desconocedor no puede
apreciar lo sugerente de la intrincada configuración de las partículas elementales
porque no tiene a su alcance los medios necesarios para intentar comprender el
mundo que se esconde en el interior de los átomos. La Química nos habla de la
estructura de las moléculas –ya sean gigantes o normales–, pero también se
trata de "secretos" que son muy difíciles de apreciar por los no
entendidos. La Biología nos cuenta la evolución de las especies, sin embargo
esa evolución sólo puede apreciarse después de millones de años de proceso
evolutivo. La Antropología nos explica cómo surgió nuestra especie dentro del
mundo animal, pero para comprenderlo tenemos que estudiar un sinfín de fósiles
que se han ido encontrando a lo largo de los últimos siglos y que no están al
alcance de los no profesionales.
Primera causa de
la preferencia: todo es "en vivo y en directo"
La Astronomía, en
cambio, es una ciencia completamente abierta a todos los humanos. Sus misterios "saltan a la vista" de
cualquier curioso. En muchas ocasiones hemos podido contemplar el firmamento y
nos han deslumbrado los puntos brillantes que lo recorren de un extremo a otro.
Nos ha asombrado el momento en que el Sol se oculta en el horizonte. Siempre
nos intrigaron los eclipses de Sol y de Luna, y las lluvias de estrellas, así
como otros muchos espectáculos que nos ofrecen los astros que pueblan la esfera
celeste. Para quedar boquiabiertos ante semejante maravilla no se necesita
ningún instrumento especial, todo está a nuestro alcance con sólo asomarnos a
la ventana. No necesitamos excavar en el desierto en busca de fósiles, ni microscopios
para ver las entrañas de los átomos y las moléculas. La Astronomía entra
directamente por nuestros ojos aunque no lo queramos. Por estas razones fue la
primera ciencia: tres o cuatro mil años a. C. ya había astrónomos escudriñando
los rincones del firmamento.
Segunda causa: es
una auténtica narradora
Las historias que
nos cuenta la Astronomía son apasionantes. Nos habla del Universo, nuestra
morada, que nació de una explosión primera que afectó al espacio y al tiempo, y
que creó toda la materia y la energía. Cuenta cómo fueron evolucionando las
cosas después de esa gran explosión hasta que aparecieron las galaxias, las
estrellas y los planetas. Explica cómo mueren las estrellas cuando se agota el
combustible que les da vida. Enseña que, en el espacio casi infinito, existen
agujeros negros donde las leyes fundamentales de la Física no se cumplen, y
donde todo parece distorsionarse hasta lo inimaginable. Informa sobre cómo son
los otros planetas del Sistema Solar, y por qué –dentro de él– sólo puede haber
vida evolucionada en la Tierra. Descubre de dónde vienen los cometas y por qué
aparecen tan llamativos cuando los vemos cruzando el firmamento. Explica los
fenómenos de las lluvias de estrellas, las auroras boreales, los impactos de
meteoritos, los choques de galaxias, la explosión de supernovas, los
potentísimos cuásares, los regulares púlsares, etc. Todo lo cual compone el
cuento más maravilloso que jamás hayamos podido escuchar, porque, aunque es un
cuento que parece fantástico, sin embargo desentraña los misterios más
profundos de la naturaleza que estamos contemplando todos los días.
Pero para poder narrar, necesita de los astrónomos. Sobre ellos, una
síntesis histórica:
Hace 4000 años: la Astronomía
nace en la oscuridad de los tiempos como una actividad sobre todo
observacional. En China, Babilonia, Egipto y otros lugares, observaron
eclipses, cometas y supernovas, y sus registros fueron de importancia para las
generaciones siguientes. El establecimiento del calendario fue uno de los
aspectos astronómicos cruciales al que se abocaron numerosas sociedades. La
tradición oral (y luego, escrita) creaba y transmitía historias religiosas,
fabulosas y cotidianas con las estrellas como protagonistas.
Hace 3000 años: los caldeos
descubren el patrón de regularidad de los eclipses (ciclo de Saros). La
civilización griega comenzaba a florecer y alcanzaría su apogeo hacia el siglo
V a.C. Los astrónomos griegos lograron notables avances; entre otros, midieron
el diámetro de la Tierra y la distancia a la Luna, e investigaron el movimiento
de los planetas en el cielo. Muchas de las constelaciones usadas hoy como
referencia provienen de estos tiempos.
Hace 2000 años: comienza a
insinuarse la decadencia del Imperio Romano. Gran parte de la ciencia griega se
pierde por guerras y saqueos. Los árabes recogen parte de ella y la conservan,
mientras Europa entra en el oscurantismo. La Astronomía continúa siendo una
ciencia observacional, cuyo fin es tratar de predecir los temidos eclipses y
las apariciones de cometas, establecer calendarios y asistir a la navegación y
la agricultura.
Hace 1000 años: poco ha
cambiado, aunque por esta época los chinos logran explicar las causas de los
eclipses. Las civilizaciones indígenas americanas desarrollan sus propias
cosmologías y, en algunos casos, hasta sus propios calendarios basados en la
Luna o el Sol. Para la Europa medieval, el Universo era aún geocéntrico y de
pequeñas dimensiones.
Hace 500 años: se prepara el
terreno para el nacimiento del método científico que cambia radicalmente
nuestra manera de mirar y explorar. El Sol pasa a convertirse en el centro del
Universo, pero las verdaderas distancias a las estrellas son aún un misterio.
Hace 250 años: son los tiempos
de Isaac Newton; hay tremendos avances en Mecánica, Gravitación y Óptica. Los
astrónomos se especializan en calcular con gran precisión las órbitas de los
planetas y cometas. El Sistema Solar se agranda, pero el Universo sigue siendo
chico.
Hace 70 años: nace la
Astrofísica de la mano de la Física Atómica y Cuántica. Los astrónomos logran
medir las distancias a las estrellas, y los espectros de éstas revelan que son
soles que nacen, viven y mueren, en tiempos de miles de millones de años. El
Universo pasa a tener su centro a 50.000 años–luz del Sol, en el corazón de la
Vía Láctea.
Hace 30 años: el Universo de
las galaxias parece no tener límites, aunque la teoría del Big Bang finalmente
se lo pone: 10 a 13 mil millones de años en el pasado. Ya no se busca un
centro, sino una nueva respuesta a una vieja pregunta: ¿estamos solos en el Cosmos? Los
primeros cohetes tripulados ponen al ser humano en camino hacia su propia
conquista del espacio exterior.
Fuentes: 1) ¿Por
qué interesa la Astronomía?, por Luis Ruiz de Gopegui –Dr. en Ciencias Físicas;
ex Director de las actividades de la Nasa en España–. Suplemento Especial de Ideal, Diario Regional de Andalucía (Granada–España); 2) Guía del
cielo nocturno: ¿Qué hacían los astrónomos hace...años? –con la colaboración de
Pedro Saizar–, Revista Ciencia Hoy, Vol. 9, Nro. 54, Dic. ‘99–Enero 2000.
Selección y adaptación:
Lic. Enrique A. Rabe –Área de Comunicación Social del Centro Regional de
Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride/Conicet)–.
DIARIO IDEAL – CIENCIA HOY – CERIDE
No hay comentarios:
Publicar un comentario