INUTILIDADES
Por José Fernando Isaza
Conocer el valor del número pi, la razón entre la
longitud de una circunferencia y su diámetro, ha sido un reto constante de la
matemática.
Hoy,
gracias a las computadoras de alta velocidad y a sofisticadas series
desarrolladas por un matemático iluminado, Ramanujan, es posible contestar
preguntas tan inútiles como cuál es el dígito que ocupa la posición un millón
después de la coma del número pi.
Los griegos propusieron
el problema de la cuadratura del círculo, que no es construir un círculo
cuadrado ni otra estupidez semejante. Consiste en demostrar si es posible o no,
con regla y compás, construir un cuadrado con área igual al círculo. Sólo en
1873, C. Hermite demostró que no es posible. La razón es que pi no es solución
de ninguna ecuación polinómica, es un número trascendente, no construible con
regla y compás. Con el nivel de exactitud que se quiera es posible construir un
cuadrado de área “casi” igual a la de un círculo.
En la época de los
faraones los egipcios estimaban el valor de pi como 355/113 = 3,141592… que
coincide en siete cifras con el real valor de pi. Aproximación más que
suficiente para realizar cualquier obra. Los babilonios usaban 25/8 = 3,125
como valor de pi, una aproximación menos buena que la de los egipcios. Textos
escolares de la Edad Media sugerían usar 22/7 = 3,1428 para cálculos rápidos.
Un papiro de 1650 a.C.
ofrecía la siguiente receta para cuadrar el círculo: el lado del cuadrado debe
ser 8/9 del diámetro del círculo, el valor implícito de pi sería 3,16.
En la Antigüedad se
mezclaban la numerología, la geometría, la superstición y la religión. No es de
extrañar que se busque en los textos sagrados el valor de pi. En los Vedas,
utilizando algo de imaginación se atribuye al número 0,318 el nombre de Dios y
por alguna razón, no totalmente explícita, el valor pi es el inverso de lo que
llamaríamos el número divino 1/0,318 = 3,145, una regular aproximación, mejor
que la decretada en 1897 por la asamblea de Indiana: pi = 3,2. Un experto en la
interpretación de los libros de los Vedas, Krishna Tirhaji (1884-1860) afirmó
que en dichos textos el valor pi tiene 30 decimales.
El texto sagrado que
tiene el campeonato de la peor aproximación de pi es la Biblia. Afortunadamente
en la traducción de la Biblia del Peregrino las dimensiones del templo y del
palacio de Salomón están en el sistema métrico; no es necesario saber cuánto es
un codo antiguo y uno moderno, es decir de la época en que fue escrito el
libro. En el libro de los Reyes, Construcción del Templo, las medidas son 30
metros de largo, 10 de ancho y 15 de alto. En los versículos que describen los
trabajos de la construcción del templo se lee: “Hizo también un depósito de
metal fundido; medía cinco metros de diámetro era todo redondo, de dos metros y
medio de alto y quince de perímetro medidos a cordel”. El valor que se deduce
de pi, 15/5 = 3, es francamente decepcionante. Sólo coincide una cifra. Todo
esto a pesar de que, como se menciono atrás, en civilizaciones anteriores lo
habían calculado con cinco y más cifras significativas.
Hoy no es posible
responder preguntas como: ¿es pi un número normal? Es decir, todos los dígitos
del 0 al 9 tienen igual probabilidad de aparecer en su desarrollo decimal.
Periódicamente se
anuncia otro hito en el cálculo de los primeros dos o tres millones de las
cifras de pi. ¿Para qué? Para nada. Por el honor del espíritu humano, diría
Laplace.
Fuente: elespectador.com
Lástima que quien escribe este blog no valore la importancia de calcular 2 o 3 millones de cifras del la expansión decimal de pi. ¿Desconocimiento?
ResponderEliminarNo entendió el sentido del artículo. Claro que se se reconoce la importancia de estos descubrimientos, así se desarrolla la ciencia, dando saltos aparentemente inútiles.
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